Me ha gustado mucho la imagen. Aquí os la dejo:

En el encuentro, organizado por
En este sentido, las conclusiones del encuentro remarcaron la importancia que para los y las jóvenes tiene el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones, una formación, la profundización en el desarrollo cultural, la preocupación por el medio ambiente y la capacidad de nue
stra generación para liderar
El encuentro tuvo lugar en Hammamet, en la costa de Túnez, al Este, con una bonita medina.
Como nos sobró la tarde del último día, visitamos la capital, su medina y su zoco, con las indicaciones de Miguel, corresponsal de la Agencia EFE en Túnez, a quien desde aquí le agradezco su amistad y su hospitalidad.
En la inauguración intervino el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, presentado por el Primer Secretari de la JSC-Barcelona, Javier López.
Jordi Hereu aportó un punto de vista que demuestra los pasos por los que camina su ciudad, muy por delante de Madrid, en asuntos tales como implicación internacional, construcción europea, política exterior, promoción de la paz, concepto del espacio público, una ciudad que no sea sólo gente junta, creatividad, con la misma calidad en todos los barrios.
Por la tarde, diversos compañeros de Suecia, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Francia, Bélgica (flamencos), Bélgica (francófonos) y yo, en representación de JSE, intervinimos para abordar las cuestiones relacionadas con la inmigración en nuestros diferentes países.
En mi intervención quise destacar varios aspectos:
En primer lugar, la necesidad de ampliar los servicios públicos para dar cobertura a la población inmigrante y evitar la xenofobia sobre la base de la competición en las prestaciones públicas de educación, sanidad o vivienda. La derecha ha promovido una cultura de la inmigración como mera mano de obra, vinculando los derechos de ciudadanía a la participación económica de los inmigrantes, sin entrar a valorar su componente humano.
En segundo lugar, la necesidad de fomentar una política de cooperación al desarrollo estable y concreta, pero también sostenible. Nuestros proyectos deben responder a una agenda multilateral coordinada y alejada de la improvisación. Pero también, por centrarse en países en vías de desarrollo, deben contemplar que el empleo de tecnología en estos países no guarda los estándares ecológicos de los países desarrollados. La prueba la tenemos en las economías asiáticas emergentes, cuyo crecimiento ha llevado aparejados niveles de emisiones intolerables.
Y en tercer lugar, los derechos humanos. No podemos construir una política migratoria y una política de cooperación adecuadas si no promovemos el respeto a los derechos humanos, si no profundizamos en los mecanismos de Justicia internacional y si en los países en desarrollo no garantizamos un mínimo en la esfera de derechos que dote a la ciudadanía de una dignidad que les realice en lo personal y que les anime incluso también en lo económico.
Para terminar, quiero agradecer la acogida a los compañeros de la JSC y del PSC de Barcelona. Me sentí como en mi propia casa, en el Encuentro, en la comida, por las calles de Barcelona. Espero que volvamos a vernos pronto.
[…]
Soy un socialista vasco.
Llevo en mi ADN las minas de La Arboleda, donde nacimos para trabajar contra la explotación. Llevo las grandes fábricas de la margen izquierda, donde trabajadores de todas las tierras de España vinieron a hacer grande este país. Llevo el Socialismo eibarrés, de Benigno Bascaran, llevo el vasquismo de mis compañeros guipuzcoanos, la solidaridad de los alaveses.
Soy heredero de Ramón Rubial, de Txiki Benegas, de Ramón Jáuregui… Como socialista vasco, he fundado el PSOE. Me siento muy orgulloso de ello y me he alimentado y he crecido gracias al PSP, al Partido de los Trabajadores, a Euskadiko Ezkerra.
Y he llorado, sí, he llorado por Enrique Casas, por Maite Torrano, por Fernando Múgica, por Fernando Buesa, por Froilán Elespe, por Juan Priede, por Joseba Pagaza, por Isaías Carrasco. He llorado por las víctimas porque yo también me desangraba.
Sé lo que es levantarse cada mañana y arriesgarlo todo para defender a los demás. Sé lo que es levantarse una y otra vez, tras los golpes y las dificultades. He aprendido bien el valor de la paz y de la libertad. Sé de la solidaridad y la igualdad, de la justicia y de la unidad, porque me lo habéis enseñado vosotros, me lo habéis enseñado los socialistas vascos, la gente de esta tierra.
Los jóvenes me han enseñado los nuevos valores: el feminismo y el pacifismo, el desarrollo sostenible y la cooperación al desarrollo, la integración y el mestizaje, la política 2.0 y las redes sociales.
Me gusta Ruper Ordorika y Franz Ferdinand, me gusta el txistu y la txalaparta, me gusta Chillida y Murakami, me gusta Zuloaga y Miquel Barceló. Me gusta Kirmen Uribe y el “Poeta en Nueva York” de Lorca. Me siento plural y mestizo.
Nada más. Nada más. Éste es mi ADN, éste es mi currículum para ser Lehendakari, no presumo de nada más, pero tampoco de nada menos.
Soy un socialista vasco. Soy un socialista vasco y yo también tengo un sueño, como vosotros, como el vuestro. Sueño con levantarme el día 2 de marzo y empezar a trabajar por la Euskadi de la paz y de la libertad, por la Euskadi de la convivencia en la que miles de colores, miles de acentos y miles de cantos se reciten en miles de versos. Sueño con abrir puertas y tender puentes, sueño con que tapo trincheras y derribo los muros que enfrentan a unos vascos contra otros vascos. Sueño con el país de los iguales, el de todos y el de todas. Sueño y sé que no estoy loco porque he visto la esperanza en la cara de la gente, porque sé que hay una persona que tiene en su mano hacer todo esto realidad y sé que eres tú, sé que eres tú la persona que alguna vez has votado a los socialistas y ahora sabes que es más importante que nunca. Sé que eres la persona que votabas a los nacionalistas pero Ibarretxe te da miedo, sé que eres el votante de Izquierda Unida, de Ezker Batua, que te sientes defraudado por Madrazo, sé que eres la persona que quieres cambiar las cosas, la que quieres hacer historia, la que no te resignas, la que sueñas igual que yo.
Y por eso os digo que ha llegado la hora. Ha llegado la hora, ponte en pie, levanta la voz, llena las urnas de la primavera de las rosas, llena las urnas de ilusiones y de atrevimientos, llénalas de alas para volar, llénalas de corazones para sentir. Sí, llénalas de pasiones y de arrebatos, llena las urnas de papeletas para el cambio, de papeletas para el Partido Socialista, para hacer de Euskadi la tierra de todos, la tierra de la paz y de la libertad, la tierra de la convivencia.
Esta vez sí. Hazlo por ti, porque te lo mereces. Haz que suceda, porque nos lo merecemos.
Ya hemos sufrido demasiado. Ahora toca ser libres y vivir con dignidad.
Eskerrik asko.
Patxi López.
Pabellón de La Casilla.
Bilbao, jueves, 26 de febrero de 2009.