En el siempre entrañable ambiente del Círculo de Bellas Artes, asistí el jueves a la clausura de las jornadas “Jóvenes, ética y compromiso ciudadano”, organizadas por la Fundación Pablo Iglesias, de homenaje a Carlos Martínez Cobo, dirigente de JSE en el exilio.
En el acto de clausura intervinieron, entre otros, insignes socialistas como Manuel Simón (actual representante ante la OIT y ex-dirigente de JSE, de IUSY y de UGT), Luis Gómez Llorente (también ex-dirigente de JSE y del PSOE, filósofo, ideólogo e histórico socialista al que siempre es un placer escuchar), Alfonso Guerra (qué voy a decir que no sepáis ya de él) y José Martínez Cobo, ex- dirigente de JSE y hermano del homenajeado.
A destacar la presencia de buena parte de la Comisión Ejecutiva Federal de JSE así como de patronos de la Fundación Tomás Meabe.
A destacar la presencia de buena parte de la Comisión Ejecutiva Federal de JSE así como de patronos de la Fundación Tomás Meabe.
En las intervenciones, muy destacable la de Luis Gómez Llorente, con el tono apasionado que le caracteriza, con esa oratoria que casi parece dejar escrito lo que dice para la posterioridad... muy entrañables por los recuerdos las de Manuel Simón y Bartolomé Benassar; la de José Martínez Cobo, que glosó la figura de su hermano con la emotividad fraternal esperada, pero con el empaque de otra gran figura socialista. También intervino de modo breve e introductorio Herick Campos, Secretario General de JSE. Y Alfonso Guerra, clausurando las jornadas, de modo muy emotivo para los familiares presentes del fallecido.
Carlos Martínez Cobo fue el encargado, desde Toulouse, junto con su hermano José, con Manuel Simón desde Bélgica, y con otros compañeros, de reorganizar Juventudes Socialistas en el exilio, con el impulso de los jóvenes españoles que partían hacia otros países europeos en plena emigración económica, enlazando así a los jóvenes hijos de exiliados con jóvenes emigrantes y también con jóvenes como Luis Gómez Llorente, que buscaban enlazar con las siglas históricas del Socialismo en medio de los disturbios universitarios en el interior de España en 1956.
En medio de la crispación política que está provocando la derecha, asistir a una clausura como ésta era una cuestión de recuperación de fuerzas para seguir luchando.
Mi agradecimiento a Raúl García, director de la Fundación Tomás Meabe, por la cesión de la fotografía.
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