París u otro modo de militar en la ciudad.

Internet es un buen ámbito para traspasar fronteras. Así que me decidí a echar otra vez más, y otra vez con envidia, un ojo a las páginas del Partido Socialista en París.

Creo, y no creo equivocarme, que su implantación sobre la ciudad de París es mejor y más organizada, con diferencia amplia, que la que tenemos en Madrid. Sus distritos (arrondissement) tienen secciones (nuestras Agrupaciones) mucho más integradas no sólo en Internet, sino en la vida de la ciudad. Y ello empezando porque la descentralización del Ayuntamiento de París a sus “ayuntamientos de distrito” es mucho mayor, lo que genera más vinculación de sus electos de distrito a su responsabilidad y a los problemas de su distrito.

Pero además, pienso que su incorporación a Internet es muchísimo mejor que la de Madrid. Para empezar, la inmensa mayoría de distritos cuenta con página web con dominio propio. A ello le añadimos que dan información en mayor o menor grado actualizada de sus gestiones de distrito y, por último, añadimos un buen diseño y una intención firme de pasarlo bien. ¡¡Tienen hasta un concurso fotográfico para todo París!! Y los distritos de París mantienen relaciones con los de Berlín.

Otra cosa que les diferencia y que aquí en Madrid sería y es un verdadero quebradero de cabeza es que tienen distritos con más de una Agrupación. Las experiencias que ha habido y hay en Madrid al respecto no han resultado del todo agradables.

Pero es que además tienen una web sólo para los afiliados de París por Internet. Ahí es nada. http://www.temps-reels.net/

Por cierto, en esta web de afiliados por Internet que pretende ser “un lugar de debate entre el Partido Socialista y la comunidad internauta” hay un artículo sobre blogs socialistas franceses:
http://www.temps-reels.net/article1681.html

Me da la sensación de que perdemos oportunidades de oro. Siento que están hablando no ya en otro idioma (por supuesto) sino en otra dimensión, en otra idea de militancia. Imaginaos que tuviéramos amigos y compañeros con los que compartir y escribir en París o Berlín.

Como en tantas cosas, nos sacan una generación entera.