El lunes tuve el placer de escuchar a Ángel Gabilondo en el Colegio Público San Juan Bosco, en La Elipa, en Ciudad Lineal. En el acto intervinieron también Tomás Gómez y Félix García Lausín.
Escuchar al ministro de Educación es siempre un placer, por su cercanía, por su humanidad, por el conocimiento de los temas que maneja, por su concisión, por su humor fino, porque convence sin levantar la voz.
Imaginaos que empezó dando lecciones de etimología basada en la palabra latina mouere (mover, conmover, movilizar, emocionar) y habló de Tucídices, de Plutarco, de Sócrates, de modo que todo el mundo lo entendiera y terminó con "esa manía que tengo desde niño", que es ganar las elecciones.
Escuchar al ministro de Educación es siempre un placer, por su cercanía, por su humanidad, por el conocimiento de los temas que maneja, por su concisión, por su humor fino, porque convence sin levantar la voz.
Imaginaos que empezó dando lecciones de etimología basada en la palabra latina mouere (mover, conmover, movilizar, emocionar) y habló de Tucídices, de Plutarco, de Sócrates, de modo que todo el mundo lo entendiera y terminó con "esa manía que tengo desde niño", que es ganar las elecciones.
2 comentarios:
Chus, la manía ¿la tienes tú o, como lo entrecomillas, es que la tiene el ministro? Es curiosidad, porque me parece una frase muy graciosa (no tiene copyright, ¿verdad?)
La manía, con esa frase tan ingeniosa, la tiene él.
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