Llopis dirigió las riendas del PSOE y de UGT en el exilio, hasta su relevo por la generación crecida en el interior y encabezada por Nicolás Redondo y Felipe González. Tras ese relevo, su figura fue apartada de la memoria socialista y era hora ya de hacerle justicia con un homenaje.
Ayer glosaron su figura Bruno Vargas, estudioso y biógrafo de Llopis, y Luis Gómez Llorente, tan didáctico como siempre. Además fue muy emotiva la intervención del propio hijo de Llopis, también llamado Rodolfo.
Llopis destacó no sólo como dirigente en el exilio. Años antes, como diputado en las Cortes constituyentes de la II República y también como pedagogo y ejerciendo diversos cargos en los gobiernos republicanos de izquierda, reformando la educación en España, con una honda preocupación por la dignidad del niño y la separación de cualquier clase de dogmatismo. Todo ello desde una concepción del libre pensamiento y de la formación de la personalidad de un miembro de la Masonería.
Aproveché para que Luis Gómez Llorente me firmase un ejemplar de un libro suyo sobre la historia de los primeros tiempos del PSOE (una edición de 1972).
Y fue un acto muy emotivo de una figura que debemos recuperar por lo que significa 70 años después para la educación en España. Al final, nos obsequiaron con un libro del homenajeado, "Hacia una escuela más humana", que habré de incorporar a los pendientes.
Ayer glosaron su figura Bruno Vargas, estudioso y biógrafo de Llopis, y Luis Gómez Llorente, tan didáctico como siempre. Además fue muy emotiva la intervención del propio hijo de Llopis, también llamado Rodolfo.
Llopis destacó no sólo como dirigente en el exilio. Años antes, como diputado en las Cortes constituyentes de la II República y también como pedagogo y ejerciendo diversos cargos en los gobiernos republicanos de izquierda, reformando la educación en España, con una honda preocupación por la dignidad del niño y la separación de cualquier clase de dogmatismo. Todo ello desde una concepción del libre pensamiento y de la formación de la personalidad de un miembro de la Masonería.
Aproveché para que Luis Gómez Llorente me firmase un ejemplar de un libro suyo sobre la historia de los primeros tiempos del PSOE (una edición de 1972).
Y fue un acto muy emotivo de una figura que debemos recuperar por lo que significa 70 años después para la educación en España. Al final, nos obsequiaron con un libro del homenajeado, "Hacia una escuela más humana", que habré de incorporar a los pendientes.
4 comentarios:
¿Quizás algún día haya que hacerle un homenaje similar a Felipe González porque su figura se silencie y los/las compañeros/as del futuro no sepan ni de quién se trata?
Oportuno post, Chus.
Querido Franesco:
No creo en ningún caso que ocurra eso con Felipe González.
En cualquier caso, cierto es que la figura de Llopis se ha mantenido en un plano muy muy posterior en la formación histórica de los militantes del PSOE en los últimos 30 años, cuestión ésta que ayer fue recordada con amargura por el hijo del homenajeado.
Estamos a tiempo de recuperar esa figura no sólo como político, sino como pedagogo, en un tiempo en que la educación sin dogmatismos sigue igual de atenazada.
En cualquier caso, entre los saludos leídos durante el homenaje se encontraban tanto el de Felipe González como el de Nicolás Redondo Urbieta, que fueron quienes sustituyeron a Llopis en el Partido y en el sindicato.
Creo que, aunque tarde, ayer había en el ánimo una intención de reencuentro bastante clara.
Así pues, dejemos a un lado la amargura y el reproche y disfrutemos del reencuentro.
Si no es reproche, Chus. Era sólo por abrir un debate necesario, dado algunos déficits del partido...
Un caso: ayer hablé con un compañero de provincias de 60 años y 34 de militancia que la semana anterior pasó por Madrid y aprovechó para ir a Ferraz; llegó a la puerta y tras el control de seguridad rutinario (lógico) una técnico de 23 años le hizo las siguientes preguntas: ¿Quién es usted? ¿A quién quiere ver? ¿Tiene cita? Y el compañero le dijo: "No, déjelo, señorita. Yo venía al Partido Socialista". Y se marchó directamente...
No juzguemos el todo por la parte... en el supuesto de que la parte fuese tan así.
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