Mientras los franceses elegían su próximo Presidente de la República y los españoles empezamos la campaña para las elecciones autonómicas y municipales, ha habido otras elecciones que son también de una importancia capital para la izquierda madrileña: las elecciones a Rector de la Universidad Complutense, la Universidad más grande de España, con un alumnado de casi 90.000 personas.
Hoy miércoles se celebra la segunda vuelta, a la que se han clasificado Carlos Berzosa (actual rector y candidato de la izquierda) y Ángel Nogales (aspirante de la derecha).
Hoy miércoles se celebra la segunda vuelta, a la que se han clasificado Carlos Berzosa (actual rector y candidato de la izquierda) y Ángel Nogales (aspirante de la derecha).
Berzosa, catedrático de Economía Aplicada, se presentaba con el aval de haber terminado con uno de los mayores agujeros económicos de una Administración Pública (si no contamos con el de Televisión Española), un agujero que hizo echarse las manos a la cabeza a la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid y al propio Tribunal de Cuentas, con partidas millonarias heredadas de la época de la derecha destinadas incluso a pagar seguridad privada a miembros del PP.
Pero es un hecho insólito que haya habido segunda vuelta, dado el apoyo recibido por Berzosa en la primera (más de un 45%). La culpa debe encontrarse en que hubo otros dos candidatos en la primera vuelta: Gustavo Villapalos (catedrático de Historia del Derecho, ex-consejero regional de Educación y del ala derecha del PP, fue Rector hace unos años) que obtuvo un 15% y Francisco Aldecoa (otro candidato de la izquierda, pero apoyado por la extrema derecha por aquello de dividir el voto de la izquierda) con otro 15%.
Sí, insólito: un candidato de la izquierda como Francisco Aldecoa decidió presentarse de modo free-lance y cosechó el apoyo de José Iturmendi (conocido Decano de Derecho, mi Facultad, y conocido ultraderechista, además de sobrino de un ministro de Justicia de Franco, de los de los primeros gobiernos tras la Guerra Civil). No hay más que ver los resultados de Aldecoa en la Facultad de Derecho, siendo el tercero tras Villapalos (que es catedrático en dicha Facultad) y Nogales (que sólo le sacó 2 votos).
Carlos Berzosa, con la afinidad de PSOE, IU, CC.OO., JSE y JIU, cosechó un porcentaje que, de haber sido el único candidato de la izquierda, hubiera evitado la segunda vuelta.
Pero, apoyado por un sector de UGT cuya estrategia, en mi opinión, es profundamente equivocada (véanse los porcentajes de voto en PAS y profesorado), Aldecoa no logró sino cosechar un escaso apoyo que impidió una victoria común de la izquierda que hubiera sido un mazazo en la conciencia de una derecha complutense que yo he padecido en carne propia y que, quizás, alguno de los que apoyó a “Patxi” ni siquiera conoce.
Pero es un hecho insólito que haya habido segunda vuelta, dado el apoyo recibido por Berzosa en la primera (más de un 45%). La culpa debe encontrarse en que hubo otros dos candidatos en la primera vuelta: Gustavo Villapalos (catedrático de Historia del Derecho, ex-consejero regional de Educación y del ala derecha del PP, fue Rector hace unos años) que obtuvo un 15% y Francisco Aldecoa (otro candidato de la izquierda, pero apoyado por la extrema derecha por aquello de dividir el voto de la izquierda) con otro 15%.
Sí, insólito: un candidato de la izquierda como Francisco Aldecoa decidió presentarse de modo free-lance y cosechó el apoyo de José Iturmendi (conocido Decano de Derecho, mi Facultad, y conocido ultraderechista, además de sobrino de un ministro de Justicia de Franco, de los de los primeros gobiernos tras la Guerra Civil). No hay más que ver los resultados de Aldecoa en la Facultad de Derecho, siendo el tercero tras Villapalos (que es catedrático en dicha Facultad) y Nogales (que sólo le sacó 2 votos).
Carlos Berzosa, con la afinidad de PSOE, IU, CC.OO., JSE y JIU, cosechó un porcentaje que, de haber sido el único candidato de la izquierda, hubiera evitado la segunda vuelta.
Pero, apoyado por un sector de UGT cuya estrategia, en mi opinión, es profundamente equivocada (véanse los porcentajes de voto en PAS y profesorado), Aldecoa no logró sino cosechar un escaso apoyo que impidió una victoria común de la izquierda que hubiera sido un mazazo en la conciencia de una derecha complutense que yo he padecido en carne propia y que, quizás, alguno de los que apoyó a “Patxi” ni siquiera conoce.
No puedo sino acordarme de las elecciones presidenciales francesas, donde la codicia de los candidatos de izquierda relegó a Jospin y clasificó a Le Pen. Hoy, por suerte, la izquierda ganará en la Complutense, por lo que la comparación no es tan grave, pero parece que nunca aprendemos.
Aquí podéis ver los resultados de la primera vuelta.
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