Con el atentado del 30 de diciembre, ETA quiso, aparentemente, dar un aviso al Gobierno a modo de recuerdo de la situación anterior al alto el fuego. Y, siempre según ETA, no quiso causar víctimas. Lo cierto es que las causó. El atentado en sí mismo ha llevado a la consecuencia lógica de la ruptura del proceso de paz.
Quizás nuestra primera preocupación debería ser el análisis de las causas profundas de la ruptura, la búsqueda de los responsables para su juicio y condena, la búsqueda de consenso político sobre la materia para dar una respuesta unida. Pero no. La primera preocupación, y es lo triste, es atender a la bronca política del PP. No sólo es la primera preocupación del PSOE y del Gobierno, sino del resto de grupos y de los medios de prensa. Hacemos ya más caso y perdemos más el tiempo en responder a Rajoy o a Acebes que en solucionar el terrorismo.
Pero ¿cuáles son las principales líneas del PP para que le prestemos tanta atención?
· Hacer un uso electoralista del terrorismo (véase la presencia constante de cargos del PP en procesión por la zona del atentado; véase el comentario de Rajoy a Zapatero sobre "si ponen bombas, es que no les haces caso; si no las ponen, es que has claudicado"; véase cualquier lema de la AVT),
· Aprovechar la situación para deslegitimar al Gobierno, al Presidente y a las instituciones (véase el comentario de un diputado del PP hacia Zapatero en el Congreso, en la sesión del lunes: "Anda, majadero, vete a la T-4, asesino"; véase la frase de Rajoy a Zapatero: "para ser presidente del Gobierno haría falta algo más que ser español y mayor de edad"; véase la batería de PNL que presenta el PP para seguir en la desunión; véase los comentarios del presidente de La Rioja tras la grabación ilegal de la reunión de la Conferencia de Presidentes),
· Dar un espectáculo de desunión a la ciudadanía que disminuya la participación electoral (lo cual, como sabemos, beneficia a la derecha). Podemos poner el ejemplo de Rajoy diciéndole a Zapatero: "De todos los grupos de la Cámara, nosotros somos los únicos fiables para pactar".
· Incrementar todo lo anterior por los altavoces mediáticos (COPE, El Mundo, La Razón): podemos mencionar el editorial de El Mundo en el que se aseguraba que el problema sólo se solucionaría apartando a José Luis Rodríguez Zapatero del poder y que para ello habría que explorar "cualquier clase" de métodos; o bien las amenazas por radio de la COPE contra los inmigrantes que acudieran a la manifestación del sábado, asegurando que tendrían problemas para la regularización de su estancia en España.
Ante todo esto, hay que tomar medidas:
· Realizar el pacto contra el terrorismo con todas las fuerzas políticas que quieran. Si el PP no quiere, ya le dolerá la imagen de soledad. Y acabará entrando, como en el Pacto de Ajuria Enea.
· Escenificar la unidad (salvo con el PP) en el Congreso UNA VEZ se haya firmado el pacto.
· Analizar las posibilidades de abandono total de la violencia de ETA como condición previa para una nueva negociación, o bien el abandono de la violencia de una parte de ETA.
· Recuperar la iniciativa política y mediática con medidas sociales de amplio consenso que dejen fuera al PP, si ello es posible. Nosotros gobernamos, nosotros marcamos el discurso.
· Replantear la relación del PSOE (que no del Gobierno) con los sindicatos UGT y CC.OO. (en sentidos opuestos, claro), dadas las reacciones en los días posteriores al atentado.
· Resaltar que es la división interna del PP y la falta de liderazgo de Rajoy la que hace que el PP gire sin remedio a la extrema derecha.
· Asegurar el apoyo de Francia con independencia del signo político en el Elíseo y en Matignon. No me fío de que Sarkozy no vaya a hacerle el juego al PP. Así que más nos vale que gane el PS.
· Replantear las líneas de apoyo a las asociaciones de víctimas. Sin tapujos. No podemos seguir subvencionando a la AVT mientras su dirección muestra su apoyo público a Ynestrillas, un ultraderechista condenado por un asesinato terrorista (Josu Muguruza) y por una tentativa de asesinato terrorista (Iñaki Esnaola).
Por lo demás, os recomiendo varios análisis:
1 comentario:
Me parece correcto el análisis, con algunas puntualizaciones.
En primer lugar, dices de replantear el trato del Gobierno con los sindicatos UGT y CCOO. Me gustaría que te extendieras sobre esto ;)
Yo soy de la opinión de que no debe haber ningún trato de favor ni ninguna predilección por ningún sindicato. Y es curioso que son los mismos sindicalistas los que son de la misma opinión. El futuro les va en ello. Prueba de ello es el viaje que se está metiendo UGT en las elecciones sindicales de este año.
En segundo lugar, no creo que haya que dejar fuera al PP en ninguna de las iniciativas del Gobierno. Se quedan fuera ellos solos, pero eso no tiene que impedir que se tienda la mano y se ejercite la democracia dia a dia.
En tercer lugar: a la AVT ya se le ha visto el plumero, no engañan a nadie. De aqui a su desaparición, dos cafés.
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