“Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.”
Salvador Allende Gossens,
Presidente de Chile.
11 de septiembre de 1973. Último discurso.
Hoy es un gran día. Los pequeños grandes detalles, aunque estén al otro lado del mundo, también nos pueden alegrar. Chile ha demostrado que la libertad crece fuerte, aunque aún vivan quienes intentaron cercenarla. Michelle Bachelet se ha convertido en la primera mujer presidenta de Chile y, es más, es víctima de Pinochet y su ignominioso régimen.
Los chilenos han decidido, en un país en el que varones y mujeres votan en salas separadas, en un país en el que aún no se puede hablar de ciertas cosas, que Michelle, una mujer socialista y doctora en Medicina, como Salvador Allende, ocupe el Palacio de la Moneda.
Hoy es un día en el que ha ganado la valentía, ha ganado la democracia frente a la tortura, han ganado los valores frente a las balas.
Hoy es un día en el que perdieron los traidores, en el que los niños juegan apacibles en la Alameda y en el que nosotros nos detenemos a llorar por los ausentes.
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