22.2.07

Homenaje a Alfonso Perales.

Ayer se celebró en Madrid el homenaje a Alfonso Perales. Fue muy emotivo y, por lo que nos pudimos reír, se queda para siempre como una persona con humor. Las tres canciones cantadas por Niña Pastori pusieron los pelos de punta a más de uno.



14.2.07

Cerremos Guantánamo.

A raíz de las noticias aparecidas en El País en relación con la participación, bajo el anterior gobierno del Partido Popular, de policías españoles en los interrogatorios en la base de Guantánamo a presos supuestamente implicados con Al-Qaeda y presos relacionados con la guerra de Afganistán, he de recordar que JSE mantiene desde hace meses un blog contra la prisión ilegal de Guantánamo.
Podéis visitarlo en:
También os animo a leer esa nunca bien ponderada obra que es el Código Penal en sus artículos 173 a 177 (sobre los interrogatorios), 591, 592.1 (en relación con la guerra de Afganistán), 608 inciso 2º, 609 (para los policías), 611.3, 611.6, 611.7, 612.3, 614, 615, 616 (sobre el Derecho de Gentes, la Comunidad Internacional, los prisioneros de guerra, los tratos inhumanos...).

6.2.07

¿11? hombres sin piedad.

Todo estudiante de Derecho debería haber visto una serie de películas sobre el mundo de la Justicia: “Matar un ruiseñor”, “Vencedores y vencidos” (también conocida por “El juicio de Nüremberg”) y, por último, “Doce hombres sin piedad”. Hace años que vi esta última película, por indicación de mi madre (una gran cinéfila), y aún recuerdo cómo Henry Fonda iba convenciendo al resto del jurado sobre la inocencia del joven encartado por un homicidio.
Salvando la diferencia entre la película, donde las 12 personas eran el jurado, y el Tribunal Constitucional, donde las 12 personas son el tribunal, la distinción más importante que vamos a encontrar en la resolución del recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto de Cataluña va a ser que ya no habrá 12 personas conformando el Pleno del Tribunal, sino 11, al haberse aceptado por 6 votos a 5 la recusación que presentó el PP contra el magistrado Pablo Pérez-Tremps, por haber realizado éste, hace años, un trabajo académico (o doctrinal) sobre la viabilidad de una reforma del antiguo Estatuto.
El hecho de haber presentado la solicitud de la recusación es ya de por sí una vergüenza, es tanto como decir que, como veo que la sentencia no va a salir a mi favor por falta de argumentos, trato de cambiar la composición del tribunal.
Pero además, sinceramente, la aceptación de la recusación me parece ofensiva y altamente perniciosa para el Estado de Derecho. Primero, porque una recusación debe plantearse en términos de conocimiento previo del caso, en términos de amistad o enemistad con las partes (en un proceso constitucional juraría yo que no hay “partes” como tal), o en situaciones que perturben la independencia del juez que hayan de conocer un caso. Segundo, porque supone que el Tribunal Constitucional cambia de parecer en función del recurrente, habiendo antes otra petición de recusación rechazada hacia el mismo magistrado y por los mismos hechos (esto deberán fundamentarlo muy bien en el auto).
Pero, con la recusación de un magistrado del TC para conocer el caso de la inconstitucionalidad o no del nuevo Estatuto, no estamos ante un problema de independencia. Estamos ante un grave problema de inamovilidad de jueces y magistrados.
Los magistrados del TC no son una máquina expendedora de sentencias, sino que tienen opiniones personales que, en muchos casos antes de llegar al TC, han podido exponer en libros, manuales, monografías y clases en las facultades. Son gente que saluda a su mujer o marido e hijos cuando llegan a casa y comentan las noticias del periódico como el que más y, probablemente, no se lleven bien, como todo el mundo, con algunos de sus compañeros de trabajo. El hecho de apartar a un magistrado por haber tenido opiniones personales fuera del Tribunal es un ataque a la democracia, a la separación de poderes e, incluso, a la libertad de expresión y a la de creación. Lo más triste es que el Tribunal en cuestión es el Constitucional, y se muestra incapaz de asegurar los derechos constitucionales a la libre creación de uno de sus magistrados, su libre expresión y su libre participación en los asuntos públicos.
Hoy, aquéllos que atacan por lo personal cuando no tienen argumentos profesionales han ganado un poco, perjudicando a la democracia y a la libertad de expresión, en suma, restringiendo derechos al grito de una supuesta defensa de otros derechos.
Vergonzoso.

1.2.07

Pues sí.

Pues sí, como habréis deducido de los comentarios de la anterior entrada, voy en la lista del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, en el puesto 35, para más señas. Todo un orgullo, aunque las posibilidades de salir concejal son un pelín remotas.
Hablamos más adelante.
Gracias a los que me han felicitado.